Irremediablemente, la situación que vivimos en nuestro país va arropando al sector seguros. La crisis económica con la espiral inflacionaria y la enorme escasez de productos que tenemos va afectando operativamente la indemnización de siniestros. El principal ramo -automóviles- ha caído en una situación en donde existen tres sectores que tienen la razón y que luchan por ponerse de acuerdo: Asegurados (Siempre en primer lugar) aliados de talleres y repuestos y aseguradoras.
Los asegurados, que están pagando cifras astronómicas en sus pólizas producto de una revalorización atróz de sus máquinas, lo mínimo que esperan es un servicio diligente como correspondencia. Pues no lo hay: Ya no se trata solo de que el mercado de repuestos esta completamente paralizado y que hay que recurrir a importadores de oportunidad, plataformas de Internet locales o foráneas (Mercado Libre, Amazon, Ebay) sino de que los talleres no tienen los insumos como tintas, materiales de latoneria y pintura, para dar los acabados respectivos. Peor aún es el hecho de que lo poco que se consigue les cambia constantemente (Tanto como semanalmente). Además que la carencia de insumos es notable, la calidad ha bajado y los costes para el tallerista se han multiplicado asombrosamente. El conflicto es predecible: Las aseguradoras pretenden ajustar Baremos de manera espaciada para evitar el enorme desaguadero de dinero y un vertiginoso crecimiento de siniestralidad como consecuencia. Las mas razonables, las que tienen mejores redes de talleres (A veces exclusivos) flexionan un poco mas pero en general, ninguna quiere hacer revisiones de baremos tan frecuentes.
Total, que me temo avanzamos a la transformación de las coberturas por pérdidas parciales en un apartado en donde el asegurado si quiere tener su auto a tiempo debe pagar de su capital al taller y complementar con lo que ofrece la aseguradora. Y esto es lamentable.
Quizás, avanzamos sin saberlo a la condición primaria de una indemnización: La aseguradora se limita a resarcir -En dinero metálico incluso- sin garantía alguna de reparación en sus redes de talleres. Y a propósito, las ramificaciones de complicaciones son tales como que talleristas podrían romper relaciones de larga data con las aseguradoras. Esta ocurriendo de hecho.
En verdad es una desazón muy grande para un productor de seguros, no poder ofrecer una colaboración y asesoría efectiva a su cliente pues nos estamos quedando atascando TODOS en el macro problema económico de nuestro país. Es una verdadera pena y me pregunto si habrán transformaciones importantes como consecuencia en el mercado de seguros. Sí acaso la cobertura casco (Amplia y pérdidas parciales) no será pertinente contratarla para pasar a solo «Pérdida total» para que el asegurado no se sienta estafado y asuma su riesgo de iniciar su propia logística de reparación de siniestros. Es crudo, pero así estamos.
Momento de comprensión, comunicación e inteligencia.